Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él. Ezequiel 1:26
Es necesario que cada uno de nosotros tengamos la REVELACION DE CRISTO JESUS NUESTRO SEÑOR, esto es para poder ser transformados y así de esta manera salir de la inmadurez espiritual en la que vive actualmente la mayoría de la Iglesia del Señor y así de esta manera poder ser llevados a madurar espiritualmente. El apóstol Pablo es quien nos ayuda a entender, que para vivir en Cristo y crecer espiritualmente, se necesita más que un conocimiento intelectual.
En su posición como un fiel fariseo religioso, Pablo consideró que Jesús era un impostor, y se prestó voluntariamente para destruir la revelación que había llegado a los seguidores de Cristo. La experiencia que tuvo Pablo en el camino a Damasco lo llevo a cambiar su forma de pensar y a detenerse inmediatamente. ¡Todo el conocimiento que él había aprendido de las Escrituras solo era de forma intelectual! Note usted que en Hechos 22:10 cuando Cristo se reveló asimismo a Pablo, él no preguntó, "¿qué tendré que hacer Jesús de Nazaret?" sino más bien "¿que tendré que hacer SEÑOR?" Es importante ver que en ese encuentro, Pablo reconoció el Señorío, la autoridad y el poder del Cristo resucitado y la posición que al Señor le había sido dada por la voluntad del Padre.
Enviamos a nuestros hijos a la escuela para aumentar el conocimiento intelectual. Este conocimiento les libera de la ignorancia y los capacita para ser capaces de funcionar en sociedad. De esta misma manera nosotros que nacimos nuevamente del Reino de Dios, aceptamos el proceso de madurez y crecimiento por lo que podemos llegar a la posición donde Dios se complace en darnos más revelación de Cristo Jesús. Salmo 25:14 dice, "La comunión intima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su Pacto." La revelación no viene automáticamente. Pablo habla de la revelación como un misterio en Colosenses 1:26, "... el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus Santos. "Luego se llama a sí mismo un administrador de los misterios en 1 Corintios 4:1, "Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores (mayordomos) de los misterios de Dios." Hemos fallado al enseñar esto al cuerpo de Cristo y esa es la razón por la que está sufriendo de inmadurez que ha dado como resultado las divisiones y cismas.
En Efesios 1:17 Pablo oró de la siguiente manera: "Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé Espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él". La revelación de Cristo Jesús es para todo el cuerpo de Cristo es decir la Iglesia del Señor, no sólo para los apóstoles y profetas como hoy se atreven algunos a afirmar. La palabra de Dios siempre desafía nuestra vida espiritual. Jesucristo habló en Juan 6:63, "las palabras que yo os he hablado son Espíritu y son vida, la carne para nada aprovecha; destruye la carne y trae aumento al hombre nuevo, la nueva creación. “Usted no recibirá esta revelación basada en la frecuencia con la que asiste a su confraternidad o de nominación, o si se sienta en la banca y escucha a un hombre predicando. La revelación vendrá por la voluntad de Dios. Es el placer de Dios dársela a usted. Prov. 3:32 dice, "... Porque Jehová abomina al perverso; mas su comunión íntima es con los justos." Se refiere a la amistad entre el Señor y usted. El crecimiento y la productividad en una relación vendrán por confiar y saber uno del otro, lo cual le lleva a los pensamientos íntimos en la confianza el uno con el otro. Dios nos está diciendo que no nos puede llevar a sus aposentos secretos sin que nos demos cuenta de que sus pensamientos son perlas. Nuestro Señor Cristo Jesús menciona una palabra importante en Mateo 11:27, "todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre... "Dios no está hablando de conocerlo físicamente, sino de la grandeza, la riqueza y los misterios de Cristo Jesús. Aquellos que son impulsados por esta pasión por conocer a Cristo dirán como Pablo en 1 Corintios 11:1 (KJV), "Sed seguidores de mí, como yo también soy de Cristo." Pablo nos dice cómo él continuamente busca a Cristo en Filipenses 3:13-14, " ... pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, PROSIGO a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. "El hambre cotidiana y la pasión de Cristo nos llevan a la plenitud de Cristo. Recuerde, "nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo escoge revelarle. La complacencia de Dios revela al Hijo en nosotros; no es en lo mucho que leemos o escuchamos las enseñanzas.
Dios nos está diciendo que no nos puede llevar a sus aposentos secretos sin que nos demos cuenta de que sus pensamientos son perlas.
Cuando recibimos la revelación de Cristo, entramos en el conocimiento del destino del hombre en Cristo. Mientras usted permita que el Espíritu Santo le guíe a través de las Escrituras usted comenzará a conocer el propósito de la iglesia, el propósito de cada miembro del cuerpo de Cristo y la verdadera naturaleza del cuerpo de Cristo. Nunca podremos agotar el conocimiento de las profundidades de Cristo descrito en las Sagradas Escrituras; sólo por el espíritu de Sabiduría y Revelación vemos la realidad espiritual subyacente. Entendiendo esto, que solo caminando en obediencia al Espíritu Santo podemos llegar a conocer lo qué es el verdadero Ministerio.
¡Mi corazón rebosa de adoración! El Señor es grande. Nuestro Dios es un Dios amoroso, un Dios misericordioso y cada mañana cuando el sol sale Su gracia y Sus misericordias se renuevan. ¡Él ha planificado nuestro día! Escuche al Espíritu Santo y él le guiará, le dirigirá y disciplinará en amor. Sométase a su Padre Celestial.
Mi oración por usted es que se someta a Él y crezca en Cristo.
Cada trato de Dios en nuestras vidas y
En la vida de toda la IglesiaComienza con una revelación personal –
Un discernimiento profundo, interno de la voluntad de Dios:
Una revelación de la existencia espiritual es que antes éramos
Ciegos.
(Manfred Haller)
Cuán infinitamente ciegos somos
a la plenitud y a la gloria de Cristo
si no conocemos a Cristo en Su poder
y a nosotros mismos en nuestras debilidades,
revelado personalmente por el Espíritu Santo.
(Charles Finney)
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