8/29/2012

Tiempo Divino




Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová. Lamentaciones 3:24 -26

Hoy me he sentido impulsado por el Espíritu Santo para dar una advertencia a los hijos de Dios durante estos tiempos de cambio, y del rápido vivir que lleva el hombre de hoy. Por ello, existe el peligro de perder de vista el gran diseño de Dios, ya que estamos siendo abrumados por las situaciones y experiencias del tiempo presente. Es muy importante para nosotros, recordar que hay un propósito divino en todo lo que está sucediendo. Aprendí en una escuela de Ministerio de Morris Cerullo que "el Dios al que servimos, es un Dios de plan, de propósito, de diseño y de objetividad". Jeremías 29:11, Porque Yo sé qué planes tengo en mente para ustedes, ‘dice el Señor (YAHWEH), ‘planes de paz (Shalom), no para cosas malas; para que ustedes puedan tener esperanza y un futuro. (TKIM)

 Algunos de nosotros que vivimos aquí en los Estados Unidos, estamos bien conscientes de que se están produciendo grandes cambios en nuestra gran nación y hay muchos aquí que están orando para que Dios salve los Estados Unidos. Sin embargo tenga usted presente, que Dios no se ocupa solamente de una nación, sino de todas las naciones. La ilustración más grande se encuentra en Génesis 12:2, 3, que dice, "Y haré de ti una nación grande y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” El propósito de Dios, es traer salvación para todas las personas de todo pueblo lengua y nación alrededor del mundo, realizándolo su propósito a través del cuerpo de Cristo, que es su Iglesia.

 Cuando en la vida entramos en cambios inesperados, nosotros como hijos de Dios, nos agarramos las promesas de Dios y oramos; ¡pero hay ocasiones en que nuestras oraciones parecen no obtener respuesta! Entonces la pregunta que nos hacemos es, ¿Por qué Dios no ha contestado mis oraciones? Hay varias razones posibles del  porqué divinamente se retrasan las respuestas a nuestras oraciones. Nosotros tenemos que entender que Dios nuestro Padre, es quién está causando esa dilación, para que nosotros aprendamos a esperar, para que de esta manera podamos llegar a conocerle a él y su carácter divino. Es obvio que entre más esperamos, la puerta de comunicación que se ha abierto entre Dios y nosotros es más grande. Si la razón de nuestras oraciones no son bien intencionadas, Dios tendrá que responder según Marcos 10:38, "Pero Jesús respondió ¡No sabéis lo que pedís!" El motivo de nuestras oraciones debe pasar por el filtro del amor y la sabiduría de Dios o Él puede responder de acuerdo a Santiago 4:3, "Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites."

Los aparentes retrasos, los interpretamos basándonos en nuestra medida del tiempo, ¡no el tiempo de Dios!, lo que nos mueven a tomar el asunto en nuestras propias manos. ¡Esto es un gran error! Nuestra fe está siendo probada; la fe que hemos recibido de Cristo se está probando y al mismo tiempo estamos siendo establecidos en el propósito divino. Por lo tanto No se desanime; El gran amor de Dios está protegiéndonos. Sabemos que cada experiencia, cada situación y cada circunstancia tienen un principio y un fin. No necesitamos preguntar ¿por qué? Porque Dios verá los resultados que El desea. Daniel 4:34, 35, "... Y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y el hace según su voluntad en el ejercito del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: "¿qué haces?" El enemigo quiere que olvidemos que Dios, es el que está en control de los cambios en este mundo, ¡no el hombre! De manera que, Corresponde a  Sus hijos e hijas, expresar esta esperanza, esta confianza y esta fe al mundo.

Sabemos que existen diferentes etapas de madurez en el cuerpo de Cristo. Hay mucho que decir acerca de la fe de un niño que no entiende los caminos de Dios, pero sigue creyendo. Hay más que decir de un hombre maduro, que sabe que Dios no se mueve de acuerdo con nuestro marco de tiempo a pesar de cómo este nuestra situación. La medida del tiempo de Dios está en 2 Pedro 3:8, "con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Él conoce el principio y el fin. Existe un gran riesgo al tomar el asunto en nuestras propias manos, mientras asumimos que Dios está retrasando la respuesta a nuestras oraciones. Un buen ejemplo de esta actitud se registra en Génesis 15 en donde Dios le prometió a Abraham descendientes. Abraham estaba sin un hijo y pensaba que su siervo Eleazar iba a ser su sucesor. Pero Dios hizo un Pacto. Tanto estuvo él involucrado en la promesa de Dios para dar a Abraham un hijo que  Génesis 16 se nos dice que el retraso comenzó a afectar a Abraham, y a Sara igual que a nosotros. Abraham se apoderó del mal consejo de su esposa y toma a la sierva Agar para sí mismo y ella concibe a un niño al que llamo Ismael. La consecuencia de esa mala decisión todavía es vista en el tiempo presente,  y hoy en el Medio Oriente es evidente en sus resultados. Temiendo nosotros al retraso y escuchando a la carne, nos llevará a tomar decisiones equivocadas. Sólo Dios puede traernos una promesa sobrenatural para que suceda como está escrito en Números 23:19, "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo ¿y no hará? Habló ¿y no lo ejecutará?"

 Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo ¿y no hará? Habló ¿y no lo ejecutará?"
 
 
Éxodo 2:11 registra otro ejemplo de interpretar mal tiempo y el propósito de Dios, "En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no aparecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.” Sin duda hubo un instinto de libertador en Moisés cuando vio la opresión de su pueblo, pero todavía no era su tiempo. Sin embargo Moisés tomó el asunto en sus propias manos, por lo que Dios trató con él en el desierto durante 40 años. Nosotros deberíamos ser movidos a actuar pero no fuera del tiempo de Dios.

 ¿Cuántos han orado para que sus seres queridos sean salvos y se han quedado perplejos y quizás desalentados cuando no ven una respuesta inmediata a sus oraciones? Anímese con la palabra de Jeremías en Lamentaciones 3:24-26, "Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová". Nosotros debemos prestar atención a su consejo. Jeremías vio más allá de las circunstancias actuales; vio la bondad del Señor. No debemos perder de vista el hecho de que la sabiduría de Dios, y el amor de Dios crearon las circunstancias. En estas circunstancias, el Padre está desplegando Su diseño a través de su pueblo; los principados y potestades nunca han visto esto antes. Pablo escribe en Efesios 3:10, "para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor." Él ve el resultado; el despliegue de Su gran diseño está llevándose a cabo. Dios está en control y Él sabe el minuto exacto que usted entra en un cambio de circunstancia y Él sabe el minuto exacto cuando usted saldrá.

Toda la comprensión de la demora divina está en ¡Cristo Jesús! "Todas las cosas fueron creadas por él y para él. Nada fue creado sin él;" Colosenses 1:16. Cada minuto de cada situación y circunstancia fue creado por él y para él. Dios nos está trayendo a la plenitud de Cristo. Es alentador ver el hambre que hoy hay en los hijos de Dios por conocer el propósito y los caminos de Dios; y por conocerle a Él. Durante muchos años todo lo que hemos escuchado desde el púlpito es lo que Dios está haciendo por nosotros y lo que podemos obtener de Él. Ahora hay un hambre por saber lo que él desea.

La venida del Señor, está más cerca ahora que este mundo está cambiando. Sin embargo, la verdadera señal de la venida del Señor, no es el Señor rompiendo los cielos, sino revelándose en el corazón de su pueblo. Se está produciendo un aumento de la gloria del Señor. Dios no sacará a su pueblo de este mundo sin impactar el mundo;

Es importante que usted conozca los tiempos que estamos viviendo; la Gloria del Señor, todo lo que él es y todo lo que Él tiene, se revela a través de su pueblo. Isaías 60:2 "Levántate [de la depresión y la postración en las que, las circunstancias te han mantenido —levántate a una nueva vida]! Resplandece (se radiante con la gloria del Señor), porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová a nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad [todas] las naciones, mas sobre ti amanecerá Jehová [Oh Jerusalén], y sobre ti será vista su gloria.” Biblia amplificada.

No se desanime mi amigo. Quiero animarle con el ejemplo de Pablo. Había un mensajero de satanás enviado para abofetearle. Él oró tres veces al Señor para que le quitara el aguijón y recibió una revelación poderosa, "mi poder se perfecciona en tu debilidad". Pablo dice en 2 Corintios 12:9, 10 "... me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte". No se desanime si usted está pasando persecución, tiempos duros o momentos de decepción. Recuerde, la paz que sobrepasa todo entendimiento reposa sobre usted.

  

¡NO ES POSIBLE DECIR QUE VIVIMOS EN COMUNIÓN CON DIOS!
Y DEJAR QUE EL ENEMIGO DESTRUYA LA HUMANIDAD,
SIN DESAFIAR AL ENEMIGO QUE NOS  ASECHA,
DESCUIDANDO LAS PUERTAS ABIERTAS DEL MUNDO,
QUE NOS ESTAN LLAMANDO 
A DEMOSTRAR NUESTRA FE Y NUESTRA LEALTAD.
(J. S. HOLDEN)




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