7/23/2014

Propósito Persistente



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Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.  Isaías 46:10



 Si permitiéramos que el Espíritu Santo nos guiara, sabríamos que nuestro Señor vino para darnos una calidad de vida sin corrupción. Él no vino sólo para redimirnos, sino para darnos una vida que exista para siempre. ¿Cuál es nuestro destino y cómo llegamos a el? ¿Cómo nos adentramos en nuestro destino?

Nuestro Señor vino a este mundo para cumplir la voluntad de nuestro Padre y mostrarnos el camino, Él vino para revelarnos los deseos del corazón de nuestro Padre Celestial. Cada paso que nuestro Señor daba tenía un propósito divino. Él nació del Espíritu, creció en sabiduría y gracia, y a través de Su vida nos ha revelado cómo deberíamos caminar como hijos de Dios.
Marcos 1:10 Jesús sale del agua después de ser bautizado en el Río Jordán. Marcos 1:12 Reina Valera dice “Y luego el Espíritu le impulsó al desierto”. La versión de la Biblia de las Américas usa la palabra impulsó, que significa Fuerza: Hace que alguien sienta la necesidad de hacer algo. El evangelio de Marcos nos presenta al Señor como un siervo; un siervo obedece las órdenes y los deseos del corazón de su amo. Aquí Jesús está siendo conducido, impulsado al desierto, por la voluntad de Dios Padre, como el patrón del Hijo, Jesús nos está revelando cómo vamos a conducir nuestra vida en esta tierra bajo la total sumisión al Espíritu Santo. Él no tenía la menor duda sobre el resultado de los cuarenta días en el desierto. Por esto, el Espíritu Santo nos revela nuestro resultado en cualquier prueba o situación cuando estamos absolutamente controlados por la voluntad del Padre. Él venció la experiencia en el desierto por nosotros; Él lo hizo por el amor de Su Padre, esta fue una muestra de desinterés absoluto y amor santo; el amor que Dios derramó en nuestros corazones.
Dos ejemplos de siervos de Dios en el Antiguo Testamento nos ayudarán a ver los principios y las claves importantes para nuestro caminar. Un ejemplo es David, que era un tipo de nuestro Señor. En 1 Samuel 17 el padre de David lo envió con comida a sus hermanos que se asentaron en un lado del valle mientras los israelitas estaban en guerra con los filisteos. Israel se paralizó en el momento que Goliat salió al campo de batalla y comenzó a maldecirlos.
Espiritualmente se relaciona este mismo escenario a muchos en Cristo que no están avanzando hacia la madurez espiritual. En sus circunstancias individuales no están seguros de los resultados. Saúl que era el líder de este gran ejército estaba paralizado; gran parte de nuestro liderazgo espiritual está igual hoy. ¡Qué tragedia cuando no conocemos a nuestro Dios! David sabía lo que tenía que llevarse a cabo con el fin de liberar al ejército del Señor de la parálisis; de este estado de muerte, David sabía en quien estaba su confianza. Sea testigo del espíritu de David, el coraje y la confianza al oír la voz de Goliat desafiando al ejército del Señor con maldiciones. Cuando Goliat comenzó a atacar, David corrió rápidamente a su encuentro sin dudarlo (I Samuel 17:48), estaba a punto de liberar a Israel de la parálisis espiritual. Ese mismo espíritu está en nosotros.
¿Cómo es posible para nosotros ver gran parte de la iglesia en este estado limitado y débil y no sentimos la urgencia en nuestros corazones, de encontrar una manera para liberarlos? Los líderes tienen la responsabilidad de dirigir y llevar a la madurez; nuestro Señor dio Su preciosa vida por esta gloriosa causa de la liberación de la muerte. El Señor nos llevará a situaciones en las que vamos a descubrir la causa de las limitaciones, obstáculos y miedos que nos paralizan, Él hace esto a propósito hasta que nos sometamos al Espíritu, Él ha dado promesas que sólo Él puede cumplir para que podamos participar de Su naturaleza divina. Esta es una verdad que veo en David, no dudó, corrió hacia el enemigo. Después de eso, Israel destruyó el ejército de los filisteos.
Nuestro Señor fue conducido de inmediato al desierto sin dudarlo. El desierto representa la muerte, la falta, no hay recursos para sostener la vida física. Les recuerdo, él sabía el resultado, Él sabía lo que iba a liberar a la iglesia; la seguridad y la confianza en Dios el Padre, que es algo que la naturaleza humana no puede producir.
Abram es otro ejemplo. La insatisfacción se agitaba en su espíritu, y Dios se reveló a él. Hechos 7:2-4 revela a Dios llamándolo a abandonar su tierra natal, Ur de los caldeos. Abram no vivía en un pequeño pueblo escondido en algún lugar, se trataba de una metrópoli. Ur era una ciudad próspera con riqueza, religión e idolatría. Abram fue criado en ese entorno; Dios se le apareció y le llamó.
Génesis 11:31: "Y tomó Taré a Abram su hijo. . . "  Dios no habló a Taré, le habló a Abram. Él nos habla de la misma manera, cuando oímos el evangelio. Él nos llama a salir del sistema del mundo para entrar a nuestra herencia. Cuando Taré, un tipo de la vieja naturaleza tomó la delantera, Abram fue obstaculizado y finalmente se detuvo. Abram permaneció en Harán por aproximadamente veinte cinco años hasta la muerte de Taré. Hasta que nos damos cuenta y experimentamos el poder de la cruz, la vieja naturaleza siempre querrá tomar la iniciativa. La experiencia de la cruz, sabe que la vieja naturaleza está muerta y comenzará su viaje. Abram dejó su antigua vida y llegó a la tierra prometida, Canaán. Génesis 12:8-10 dice: "Luego se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí  altar a Jehová, e invocó el nombre de Jehová. Y Abram partió de allí, caminando y yendo hacia el Neguev. Hubo entonces hambre en la tierra y descendió Abram a Egipto para morar allá, porque era grande el hambre en la tierra "Note que Abram entra en la tierra que Dios prometió y la primera prueba que enfrenta es la necesidad para el sustento de la vida”.
 El enemigo de nuestra alma utiliza la necesidad para paralizarnos. Él quiere que nos enfoquemos en lo natural y nos olvidemos de lo espiritual. Él engañó a Adán y Eva de esta misma manera. Nuestro Señor tenía necesidades en el desierto, pero Él no se dejó engañar por las tentaciones puestas delante de él. ¿Cuántos de nosotros hemos llegado a esta nueva vida espiritual y de pronto las circunstancias parecen cambiar para peor? Tal vez usted pierde su trabajo, no hay comida en la mesa, hay enfermedad en la familia o un hijo se va, ¿por qué? La respuesta sólo se encuentra en Cristo Jesús. Demasiadas veces cometemos el mismo error que Abram. Cuando la vieja naturaleza comienza a asumir el liderazgo una vez más, se agravan los problemas de Abram.
Agar entra en escena y, ¡oh! qué problemas ella presentó a Abram. Permitimos que la necesidad o crisis nos abrumen y buscamos una solución sin preguntar si es la voluntad del Señor. Tenemos que saber exactamente lo que Dios está haciendo. Él está quitando todas las cosas de las que una vez dependíamos y nos está llevando a la plenitud de Cristo. Esta es la cruz eterna de Dios, la Regla Divina de Acción.
Hasta que no descubrimos el propósito de nuestra existencia, nuestras vidas serán sin sentido. Nuestro propósito sólo se encuentra en Cristo. Después de cuarenta días en el desierto, nuestro Señor estaba tan consumido con el cumplimiento de la voluntad de Dios que no le hizo el hambre. Tome nota de Su naturaleza que poseemos ahora; Su carácter que está siendo formado en nosotros. El diablo está tentando a nuestro Señor con las cosas que va a satisfacer Su vida natural. El hambre no es un pecado, Dios lo creó en nosotros. Jesús fue tentado a satisfacer su hambre mediante el uso de su propia voluntad, convirtiendo las piedras en pan fue una opción para Jesús; las piedras estaban a la mano.
 Regresar a Egipto era una opción para Abram, Egipto estaba a la mano y Abram fue engañado por lo que vio. Sea consciente de que lo visible siempre nos engañará; debemos ver lo invisible. II Corintios 4:18 "no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero lo que no se ven son eternas." Nuestro Señor ha prometido que nunca nos dejará ni nos abandonará. Él ha prometido estar siempre con nosotros. Nuestro Señor sabía que estaba siendo tentado para cumplir con un hambre usando Su propia voluntad. Él aceptó la posibilidad de la voluntad del Padre para que Él muriera. Note en Mateo 4:04 Jesús se enfrenta con satanás, " Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios'" Él no dijo: El Hijo no vivirá sólo de pan. Se enfrentó a Satanás como un hombre. Nuestro Señor sabía quién era y sabía lo que tenía que hacer.

Él no dijo: El Hijo no vivirá sólo de pan. Se enfrentó a Satanás como un hombre. Nuestro Señor sabía quién era y sabía lo que tenía que hacer.

Hay tres lecciones importantes que nuestro Señor reveló en el desierto. Primera: permitir que Dios haga Su obra perfecta en usted. No tome el asunto en sus propias manos. Segunda: Permite que el Espíritu Santo le guíe a través del proceso. No confíe en sus propias capacidades. Tercera: Siempre permita que Dios reivindique. No permita que otros dicten sus acciones.
Hay una promesa para cada circunstancia que viene, no se precipite y se deje engañar por lo visible, sepa que su Padre Dios está allí con usted. Nuestro Señor dijo que Él se deleitó en hacer la voluntad del Padre, esa debe ser nuestra confesión.
Mis queridos hermanos y hermanas, es hora de que usted y yo permitamos que el Espíritu Santo nos guíe como instrumentos en manos de Dios para traer liberación de la parálisis y la muerte de Sus hijos. El Señor no tenía miedo, no debemos tener miedo. La confianza viene a través de nuestra relación íntima con nuestro Señor. Si conocemos a nuestro Señor conocemos a nuestro Padre. ¿Cómo llegamos a nuestro destino? La respuesta está dentro de usted; Cristo. Colosenses 1:27 dice, “a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. . .”
Me regocijo en el Señor y estoy agradecido por las pruebas que me atraen más al Señor y a mi destino. Estoy agradecido por el amor que fue derramado en nuestros corazones; no se dejen engañar, Dios los guiará a la plenitud de Cristo con cada palabra que Él hable a usted. No podemos llegar a nuestro destino hasta que sepamos hacia dónde vamos, no podemos esperar cualquier sensación de satisfacción en el cumplimiento de nuestra vocación divina, si no tenemos una idea clara de lo que es.
Le pido al Señor que le de entendimiento espiritual para la gloria que Él ha puesto a disposición de todos Sus hijos.

3/02/2014

Ser Guiado



Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.  Juan 16:13

“Unidad en el Espíritu” es una gloriosa revelación que puede venir a usted y a mí. I Corintios 6:17 dice: " Pero el que se une al Señor es un espíritu con Él. " Cuando nosotros somos dirigidos en la verdad y en la plenitud de Cristo por el Espíritu Santo, nuestro pensamiento es revolucionado, empezamos a ver nuestro entorno y el mundo a través de los ojos de Dios nuestro Padre. Sólo entonces podemos comprender el propósito de las adversidades, el antagonismo y odio hacia el cristianismo. Estos son los mismos desafíos que nuestro Señor Jesucristo enfrentó cuando Él vino a este mundo. Comenzamos a entender lo que estaba en Su corazón y mente, lo que dio fin a cada paso que tomaba y cada palabra que pronunciaba.

Es importante vernos a nosotros mismos como personas escogidas por Dios antes de que comenzara el mundo (Efesios 1:4), pero más importante es ver que somos una parte que constituye el cuerpo entero de Cristo. Este es el trabajo del Espíritu Santo. Nuestro Señor vino para revelar el corazón y el deseo de nuestro Padre Celestial. Lea Mateo 3:16-17, "Y Jesús, después de que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos fueron abiertos, y vio al espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: "Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia." Después de que Jesús recibe esta palabra de aprobación de Su Padre, Mateo 4:1 dice; "Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo". Este versículo enfatiza la progresión inmediata de los pasos de Jesús. Recuerde que estamos en su corazón; Dios es amor. No hay nada que ocurra, que no esté controlado por el amor eterno de nuestro Padre Dios. Una vez que permitimos que el Espíritu Santo nos revele nuestra unidad en Cristo, todos los temores, dudas y preguntas comienzan a desaparecer, y entramos en la verdad de lo que realmente está sucediendo.   

Después de que el Señor Jesús salió del agua (Mateo 3:16:17), el Espíritu Santo descendió sobre Él. Dios audiblemente declaró deleitarse en Su hijo. ¡No hay ninguna duda de que los primeros 30 años de vida de nuestro Señor! fueron años de tentación y prueba. Recuerda Hebreos 2:17-18 dice, "pues en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados." Jesús venció los ataques, las tentaciones y las pruebas en Su vida privada. Para que el Padre abriera los cielos y declarara la aprobación de su Hijo, sabemos que Él estaba satisfecho con los primeros 30 años de su vida.

Ahora Él está a punto de entrar en Su ministerio público, pero primero Él es guiado por el Espíritu Santo para enfrentar al enemigo de la raza humana. Esta es la última prueba donde Jesús enfrenta el mal en toda su fuerza y el odio que hay en la personalidad del diablo. Si nos identificamos  nosotros mismos con la muerte y resurrección de nuestro Señor, El Espíritu Santo nos muestra lo que podemos esperar. Mateo 4:1, " Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo." Un hecho importante para darse cuenta es que Jesús fue llevado al desierto. Nuestro Señor Jesucristo vino justo de una manifestación gloriosa de la satisfacción de nuestro poderoso Dios. Él estaba rodeado de su familia, amigos y otras personas siendo bautizado. Después, es conducido al desierto.

     ¿Qué representa el desierto? Como seres humanos, vivimos en dos mundos, el natural y el espiritual. Jesús pasa de estar rodeado de su familia y amigos, al desierto donde se encuentra aislado de la gente y las cosas que traen alegría al hombre natural. Él ahora estaba siendo tentado y probado por el diablo ¡y Él sale victorioso al vencer la tentación!

Nuestro Señor da a luz una nueva humanidad, impartida por el Espíritu Santo, que será una expresión de las ideas divinas y pensamientos de Dios. Isaías 53:1 nos da una mejor comprensión de quien es la verdadera fuente de nuestra vida,  ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Lo repito, una "raíz de tierra seca."

 El Espíritu Santo está utilizando el ejemplo de una planta joven y raíz de tierra seca, como un tipo de nuestro Señor, para enseñarnos que la vida que nuestro Señor vivió no tiene su origen en la tierra. Su origen venía desde arriba. Juan 8:23,  “….Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo." ¿Cómo puede crecer una raíz y llegar a ser una planta estando en tierra seca? ¡Esta necesita el agua y la humedad!

¿En Dónde estaba el poder, la fuente de vida, la fuente por la que nuestro Señor vivió? No estaba en el reino natural. Él siempre está enseñándonos que la vida del hombre no existe en la abundancia de las cosas que posee.




La fuente de nuestra vida, de nuestra existencia no está en lo que este mundo tiene para ofrecer. Nuestra nueva vida es Jesucristo

 Está escrito en Lucas 12:15, "y les dijo,” ¡Mirad! Y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee."  La fuente de nuestra vida, de nuestra existencia no está en lo que este mundo tiene para ofrecer. Nuestra nueva vida es Jesucristo, (Hechos 17:28). Nuestra nueva fuente de vida es Dios. Lea Colosenses 3:3 "porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios." Romanos 6:11 y Romanos 8:9 también confirman que vivimos por Él y para Él.

Es por esto que, mientras Jesús es llevado por el Espíritu al desierto, Él está siendo separado de todos sus recursos naturales. Recuerdo una vez cuando un amigo perdió su trabajo; él comenzó a perder su casa y sus vehículos. Fui testigo de cómo este hermano tratando de aferrarse a sus posesiones, acudió a préstamos de dinero y también al uso de otras estrategias que el mundo ofrece. El Espíritu Santo me mostró que esto era similar a un hombre ahogándose, viendo su vida desaparecer delante de él. Su vida de trabajo y todo el dinero que ganó para la seguridad de su vida, ahora estaban desapareciendo.

Las cosas que poseemos representan la vida natural. Jesús habló de esto en Lucas 12:16-21 en la forma de una parábola. Las cosas no nos dan vida; Cristo es nuestra vida y nuestra satisfacción. Le sugiero encarecidamente que lea Eclesiastés con un corazón abierto y un espíritu sumiso a la palabra de Dios. Usted verá claramente lo que este mundo tiene para ofrecer; "Absoluta inutilidad, todo es inútil."

Estamos viendo tremendos cambios que están ocurriendo en este mundo. Nuestro Señor predijo guerras y rumores de guerras... se levantará nación contra nación. Lea Mateo 24:4-13. Esto es todo el resultado del hombre caído. Muchos piensan que América estará exenta de la persecución. Juicio está viniendo. Dios está separando y purificando a Su pueblo. La hipocresía dentro del individuo y dentro de la Iglesia que es el cuerpo de Cristo, como un conjunto están siendo limpiados. El Espíritu Santo está condenándonos por esas cosas que nosotros suponíamos eran inofensivas. No más compromiso con el mundo, Dios está limpiando el cuerpo de Cristo. Dios está ayudándonos a entender Sus caminos trayéndonos a Su Palabra. El Espíritu Santo está revelando Su plan y Su propósito para nosotros. Escucho muy claramente, lo que dice Hebreos 2:3 "¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?"

El Espíritu sondeó una pregunta en mi corazón. ¿Quién ocupa la mayor medida de tu día? Esta pregunta entra en la profundidad de nuestra conciencia, porque Dios conoce nuestro corazón. Él es omnisciente. Él sabe el momento en que sus ojos se abren en la mañana y el momento en que sus ojos se cierran por la noche. Él conoce su último pensamiento antes de dormir y su primer pensamiento cuando se despierta. Él conoce sus sueños y los pensamientos que le controlan durante el día. No podemos escondernos porque Él lo sabe todo. En Eclesiastés 12:14, "porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala." Tenemos que decir "gracias Padre que tu gracia y tu misericordia se renuevan cada mañana". Es por gracia que somos salvos no por obras.

Nuestro Señor vino a este mundo con una misión. Él vino a hacer la voluntad del Padre y cumplió esa misión en esta tierra. Nos dio Su Espíritu y Su poder. Dios conoce nuestras limitaciones, nuestras frustraciones y nuestras decepciones. Sin embargo, Él ha hecho provisión para todo a través de Jesucristo. Cristo no sólo es nuestra muerte, sino nuestra resurrección, nuestra vida, nuestra victoria y nuestra salvación. Él es nuestra sabiduría, Él es nuestra santificación, nuestra justificación, nuestra justicia, todo. Él es todo en todo. ¿Cómo escaparemos al juicio si descuidamos una salvación tan grande que nos ofreció el amor de Dios? En el principio era Dios y Dios es amor. Él todavía está en control y su plan continúa desarrollándose. Él recibirá todo lo que desea.

He recibido una respuesta a la pregunta '¿quién ocupa la mayor medida de tu día?'  Si queremos conocer la presencia de Dios debemos ser ocupados con su Hijo. Así es como sabemos que estamos siendo guiados por el Espíritu Santo, Juan 16:13-14, "pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber." Todo lo que hagas, hazlo como para el Señor. Viva para el Señor no importa dónde esté; en la escuela, trabajo, o jugando. Esto es lo que satisface a nuestro Padre. Ven a Él con un corazón abierto. Nuestra sumisión y nuestra honestidad le complacen. Le complace a nuestro Padre cuando le reconocemos, 'No puedo hacer nada por mi cuenta'. (Juan 5:30, Juan 8:28, Juan 14:30-31).

Antes de terminar, os dejo con esta verdad. Cada acción de nuestro Señor Jesucristo nos habló claramente de Su propósito al venir a este mundo. Hebreos 1:1-2, " Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo." Amén.


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Original

‘Unidad en el Espíritu’ es una gloriosa revelación que puede venir para usted y para mí.