3/16/2013

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 Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni roció en estos años, sino por mi palabra. 1º  Reyes 17:1

Las cartas que El Espíritu Santo me permite escribir, son escritas para la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual es en la tierra el cuerpo de Cristo, no son para una denominación o movimiento en particular. Es necesario e imprescindible que nosotros escuchemos la voz de Dios y mantengamos Su mensaje sencillo. Ya que el propósito de la palabra de Dios es para transformar y expandir nuestras mentes para así poder entrar en el Espíritu de la Palabra. Filipenses 2:5, “Haya pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Amados, la Verdad nos liberta de cualquier tipo de atadura religiosa, duda e incredulidad.
Cuando Dios me llamo hace 30 años, Yo tuve el deseo de ir a un Instituto Bíblico. Después de varios días en oración entendí que el Espíritu Santo me llevaría a toda Verdad y que no tenía que asistir a un Instituto Bíblico. Por tanto, estas cartas salen de lo más profundo de mi corazón, moldeadas por momentos a solas con nuestro Padre Celestial.
Durante estos momentos a solas con Él, he entendido que la Verdad puede tratar con toda ignorancia, limitaciones y debilidades espirituales que están en nosotros. Un verdadero ministro, debe, de ser capaz de declarar como el Apóstol Pablo lo hizo en 2 Corintios 1:3-4 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” Es muy importante entender el proceso de Dios.
Mientras, yo ministro en mis viajes a diferentes países, con regularidad oigo el término “hombre de Dios” usado de una manera impertinente; siento la fuerte necesidad de hacer alusión al respecto. Si vamos a utilizar este título vallamos a la Escritura y veamos quien es un  “hombre de Dios”, para que no usemos el término descuidadamente. Vamos al Antiguo Testamento donde principios consistentes están en función. Durante el reinado del rey Salomón, los sacerdotes mantenían sus deberes religiosos y el pueblo vivía en paz. Cuando Salomón murió, su hijo Roboam empezó a reinar. Un levantamiento ocurrió en el pueblo e Israel se dividió en dos reinos; Israel y Judá.
En el libro 1º Reyes leemos acerca del estado espiritual de Israel y la aparición de Elías en escena. En 1º Reyes 16:29 leemos “Comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá”. Estos eran tiempos desesperados mientras el reino estaba en una permanente decadencia mientras hacían lo malo delante de los ojos de Dios. 1º Reyes 16:30 leemos “Y reino Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.”
Para empeorar la situación Jezabel, la hija de un rey incircunciso, se caso con Acab y ahora ellos dos están sentados en el trono que una vez le perteneció al Rey David quien reino con poder y autoridad.  Al leer sobre los veintidós años de maldad de Acab y Jezabel, no se hace mención de Elías. Elías estaba ciento protegido en el lugar secreto de Dios, entrenándose. En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo nos revela la vida de Elías antes que el mismo se presentara delante del Rey Acab. En  Santiago 5:17 leemos “Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oro fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.” Elías estaba entrenándose en el lugar secreto de Dios en el medio de las tinieblas. Es importante entender, a menos que tú hayas sido entrenado en el lugar secreto de Dios; tu ministerio/servicio público será como una súper estructura en el que el fundamento es débil; o como un árbol gigantesco con ramas frondosas cuyas raíces son huecas y en el medio de la tormenta son incapaces de impedir su caída. Dios te va a usar si tú te deleitas en estar en Su lugar secreto. Es con solicitud que llegamos a conocer la mente de Dios a como dice Salmos 25:14 “La comunión intima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.” Amos 3:7 dice “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.”



Es importante entender, a menos que tú hayas sido entrenado en el lugar secreto de Dios; tu ministerio/servicio público será como una súper estructura en el que el fundamento es débil; o como un árbol gigantesco con ramas frondosas cuyas raíces son huecas y en el medio de la tormenta son incapaces de impedir su caída.




Hoy día, la confusión esta dominando la tierra mientras batallamos con nuestra identidad, no sabiendo quienes somos en Cristo Jesús. Dios no tiene culpa; somos nosotros quienes nos alejamos y encontramos consuelo en este mundo aunque Jesús dijo en Juan 17:16 “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.” Sin embargo, Dios nos está llamando que regresemos a Él. Dios no tiene problemas con tu inteligencia, tu ignorancia, tu riqueza o tu pobreza. Él te lleva en Su corazón y Él no va a dejar a ninguno de sus hijos olvidados como dice Efesios 5:25 “…así como Cristo amo a la lglesia y se entrego a sí mismo por ella” El saber esto debería traer mucho consuelo y Fortaleza a nuestros corazones. Cristo esta siempre intercediendo por nosotros como nuestro Sumo Sacerdote. El libro de Éxodo 28:21-29 nos da una similitud de los nombres de las doce tribus grabadas en piedras preciosas en el pectoral sobre el corazón del sacerdote, significando que siempre estamos en el corazón de Dios. Gracia y misericordia abundan en el medio de la gente oprimida. La opresión viene cuando el pueblo de Dios deja de mirarlo a Él, y depende en los recursos de este mundo y sus gobiernos, sin darse cuenta que el espíritu del anticristo esta en control del sistema de este mundo. Dios te usara al igual que El uso a Elías para traer luz dentro del Reino de Dios. A lo mejor tu estas pensando que no eres un Elías o Eliseo con una misión. Pero, todos tenemos una misión a como está escrito en Juan 17:18 “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.” Tu estas conociendo al que te está enviando mientras Él trata contigo en su lugar secreto. El te va a hablar; no en el trueno o el fuego, pero en una vocecita quieta donde el Espíritu Santo te guía directamente. Elías se presenta delante del malvado rey Acab y hablo, 1º  Reyes 17:1 “Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni roció en estos años, sino por mi palabra.” En algunas otras versiones de la Biblia se lee: “delante de quien estoy de pie” ¿Que significa “estar de pie”? Significa estar listo para la orden de tu Señor. Estas esperando a que su voluntad sea expresada.  No es solamente estar caminando delante de Él o andar corriendo incansablemente para ocuparte de Sus servicio. Estar de pie es estar listo para escuchar Su Palabra, esperando su dirección. Elías esta declarando justicia al pueblo en pacto con Dios quienes se han inclinado a otros dioses y los han adorado. La ira del Señor ardía contra ellos y este era solo un primer aviso enviado por Dios tal como se registra en Deuteronomio 11:16-17 “Guardaos, pues, que vuestro corazón no se infatué y os apartéis y sirváis a dioses ajenos, y os inclinéis a ellos; y se encienda el furor de Jehová sobre vosotros, y cierre los cielos, y no haya lluvia, ni la tierra de su fruto, y perezcáis pronto de la buena tierra que os da Jehová.” Recuerda que Dios es amor –pero también justo. Isaías 55:11 dice “así será mi palabra que sale de mi boca, no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”
Aquí está un hombre que fue apartado mientras Dios estaba construyendo su carácter. El carácter siempre va a revelar tu posición con Dios. Este hombre se paro delante de Dios esperando y esperando; orando delante del Dios a quien él servía. ¿Será posible servir a un Dios que no conoces? ¿Cómo puedes conocer la mente de Dios si no pasas tiempo con Él? Cuantos ministros se levantan hasta la cima solo para brillar por unos pocos momentos,  para luego apagarse. El hombre de Dios está de pie delante de Él y es entrenado en el lugar secreto. Ministerios que se forman en el lugar secreto hablan la Palabra de Dios y no de la opinión de hombres; ministros formados en el lugar secreto duraran por siempre.  2ª Timoteo 3:16-17; “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ensenar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” Mi oración es que tu veas la Disciplina Divina funcionando en el “hombre de Dios”
1º Reyes 17:2 dice “Y vino a él palabra de Jehová diciendo: Apártate de aquí y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que esta frente al Jordán” Dios es muy claro con sus instrucciones, nunca dejándonos que adivinemos. Elías es muy obediente a la Palabra de Dios. El nunca cuestiona o argumenta, sino que sigue las direcciones del Dios a quien le sirve. Estel hombre deja su ministerio público y entra en la dependencia del Dios Todopoderoso; viviendo solo del arroyo y del pan y la carne que los cuervos le traían. Elías esta espiritualmente viviendo de la Palabra que le vino a él. Un siervo escucha y obedece sin cuestionamiento. Debemos de calcular el precio así como lo hizo nuestro Señor y se sometió a la dirección de Dios. Apártate, aléjate del público; confía y cree en lo que Él dice y permite que su Palabra se manifieste asimismo.  Pablo dijo que morimos diariamente; cada día somos como ovejas llevadas al matadero. La muerte actúa en nosotros y en vosotros la vida.  Es importante debes Entender este proceso.
Los Ministros de hoy hablan con palabras con poca profundidad y traen confusión al cuerpo de Cristo. Muchas Iglesias no pueden discernir el espíritu detrás de sus palabras. Dios está trayendo sus verdaderos ministros que no están interesados en títulos, posiciones o exhibición y no traerán confusión. Dios conoce el momento para presentarte.
El Espíritu Santo me ha detenido aquí, pero hay mucho más que Él nos va a revelar si oímos y obedecemos. ¡Amén!

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